La observación delimita y concreta los caracteres estéticos de un artista, creando un punto de vista analítico que llevará a la determinación de un estilo.
Este proceso genera una experiencia personal de la interpretación del mundo, que nos enriquece culturalmente con el aporte de una variedad de razonamientos de nuestro entorno, revolucionando así las maneras de recepción del público.
Nos detendremos un momento entonces a analizar las diferentes facetas que forman la observación.
La información visual que proviene de los ojos se mezcla con la información que llega de otros sentidos y con conocimientos y memorias ya existentes, de tal forma que se produce una síntesis de todo ello, a este fenómeno le llamamos PERCEPCIÓN.
Para tener una idea de la influencia de
La pintura Hard – edge, el arte y el diseño de los años 60 utilizaron ampliamente las post-imágenes y la reacción del ojo frente a los contrastes del blanco y el negro.
Nuestro conocimiento de la realidad procede de muchos actos de percepción que comparamos y sometemos a un análisis lógico, por eso cuando una persona se aleja y se empequeñece no pensamos que se está encogiendo, sino que se trata de un fenómeno relacionado con la distancia.
Entonces se puede hablar de VISUALIDAD, según Norman Bryson: “cuando lo que miro y lo que veo no es simplemente luz, sino una forma inteligible y los rayos recibidos son atrapados en una red de significados.”
Entre el sujeto y el mundo se inserta la entera suma de discursos que construyen la visualidad, esa construcción cultural, hace que la visualidad sea algo distinto de la visión, aplicando códigos de reconocimiento que provienen de mi medio social, en sistemas de discurso visual que vieron el mundo antes que yo y que lo seguirán viendo cuando yo no lo vea.
Ejemplo: como ven de forma diferente a su esposa, su esposo, alguien de la calle, alguien de un estatus social inferior, el médico, su hijo, etc.
Para los estudiantes de cultura visual, que no están interesados en como la gente ve el mundo, sino en como están construidas las imágenes para ser miradas, la visión mediatizada es una realidad que muchas veces se cambia por la de nuestro entorno natural, de ahí que se utilice el término “pintoresco” para los paisajes.
Las representaciones visuales difieren de de las percepciones de la naturaleza en que son comunicaciones intencionales, codificadas, porque son representaciones de algo.
Como las representaciones no necesitan limitarse a lo que ya existe, no son reproducciones de nada, si no que pueden presentar visiones imaginativas del mundo, o criaturas de ciencia ficción, y sin embargo tener una fuerte influencia en la realidad.
Ejemplo: Cada vez dependemos más de las noticias y documentales para conocer el mundo.
A partir del anterior análisis, podemos afirmar que la observación se vuelve en manos del estudiante de los medios audiovisuales un arma poderosa para plantear un discurso preciso y convincente que haga su representación creíble y atractiva para el receptor, ya que en esta están combinadas la experiencia visual del emisor y la experiencia colectiva del receptor.
El racionalizar lo que se mira nos hace descubrir el significado que tiene o pudiera tener un objeto o situación y la mejor forma de emplearlo en un texto audiovisual.
Por
Jorge Enrique González Cruz
Director de Fotografía
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